


También
me acompañaron los cómics de Disney: Pocahontas,
El Rey León, Aladdín… me gustaba leer los cómics porque era como ver las pelis,
incluso leía con la voz de cada personaje en mi mente. Pero creo que las pelis
me gustaban más que los cómics. Ahora siento cierta nostalgia cuando juego al Kingdom hearts. En casa siempre he
tenido los dos referentes extremos en lo que a la lectura se refiere: por un
lado, mi madre, a quien he visto siempre con un libro bajo el brazo, y por otro,
mi padre, que lo más parecido a un libro que yo le he visto leer son las instrucciones
de la televisión o el DVD.
Actualmente,
nos mandan libros obligatorios en el instituto, aunque a veces no termino de
leerlos porque me aburren. Cuando terminé la mágica saga de Harry Potter sentí un vacío que no he
sido capaz de llenar con otras sagas como Los
Juegos del Hambre, quizás
sí un poco con los videojuegos para PS2. Sin embargo, J. K. Rowling nos ha vuelto a regalar una pequeña dosis con El legado maldito.


Otra
saga de la que he visto las películas, sin enterarme demasiado, y que no he
conseguido motivarme a empezar, es El
Hobbit y el Señor de los anillos,
y eso que tengo uno de los videojuegos, pero no me entero de nada y tampoco me
motiva jugarlo. Quizás en un futuro me anime a leer los libros.
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